Rotary International es la primera organización de servicio voluntario del mundo. Compuesta por líderes empresariales y profesionales que aportan su tiempo, dinero y conocimientos para prestar servicio humanitario en sus comunidades, y promueven el desarrollo de la buena voluntad y la paz.
LA HISTORIA DEL “ROTARY CLUB DE VALLADOLID”
por José Luis Mosquera Pérez
Antecedentes – La fundación de “Rotary” se debe al abogado Paul P. Harris en Chicago en 23 de febrero de 1905, inicialmente con cinco miembros, que se reunían semanalmente, por turno, en los lugares de trabajo de cada uno de ellos, y esta rotación sugirió al fundador la denominación de “Rotary” para el nuevo Club.
En agosto de 1910, en la Primera Convención celebrada en Chicago, a la que acudieron dieseis Clubs, todos de Estados Unidos, quedó constituida la Asociación Nacional de Rotary Clubs, que en la Tercera Convención, agosto de 1912, se convirtió en Asociación Internacional de Rotary Clubs, porque se habían incorporado tres clubs de Canadá, Irlanda y Londres. Y en la Convención de Los Ángeles, junio de 1922, se adoptó la actual denominación oficial de “Rotary Internacional”.
Su finalidad era formar Clubs con destacados hombres de negocios y profesiones liberales, de distintas profesiones, que se reúnen semanalmente para procurar la amistad, el servicio a los demás, buena conducta profesional y la comprensión internacional.
En España – El 22 de octubre de 1920, a los dos años del fin de la Guerra Europea, se celebró en el hotel Palace la primera reunión del Club Rotario de Madrid, número 806 de Rotary Internacional, que es el primero que se va a fundar en el continente europeo (ya había clubs en Gran Bretaña, Escocia e Irlanda) seguido en 1922 por Barcelona y en 1925, Zaragoza.
PRIMERA EPOCA
Jesús Rubio Villaverde, en su libro “Rotary en España 1920-1992” en la Pg. 41 cita: “1926 va a ser el año del primer aldabonazo de Rotary en España. Nada menos que cinco clubs – y otro, el de Valladolid, que aunque constituido al año siguiente, comenzaría las reuniones a finales de éste – van a crearse a lo largo y ancho de la geografía española”. En efecto a finales del 26 y todo el 27 se reunían destacados hombres de distintos negocios y profesiones de Valladolid, ayudados por los rotarios de Burgos (se había fundado el Club de Burgos en enero de 1927) para enterarse de las finalidades de ser rotarios.
Y el dos de diciembre 1927, en el Hotel de Inglaterra, (que se encontraba en la calle María de Molina nº 2, cerca del “Monumento al Amistad” dedicado por el Club Rotario a la Ciudad) se constituyo formalmente el Club Rotario de Valladolid. Se supone que se aprobaron los Estatutos y Reglamentos (iguales para todos los Clubs), se elegiría la primera Junta Directiva, de la que no tengo referencia, y se recogen las solicitudes de admisión de los rotarios presentes.
En las “Listas de Socios” anuales, de diciembre de 1934 y de 1936, (ver en las páginas siguientes) figuran, en las “Fechas de ingreso” de los rotarios, que antes se ponían en algunas listas, como ingresados en dos de diciembre 1927, Julio Guillén Sáenz, Consejero Delegado de “Electra Popular Vallisoletana”, Manuel Rodríguez Álvarez, Propietario del Hotel Inglaterra, Jacobo Romero Fernández, Arquitecto (constructor del Teatro Pradera, hoy lamentablemente derribado) y en fechas inmediatas el contratista de obras Félix Cuadrado Gutiérrez, su hermano Jaime, propietario de un almacén de maderas y Casto Peláez Guerra, propietario de una fábrica de zapatos. Exactamente esos seis se califican como “Socios fundadores” del Club de Valladolid en el libro de Jesús Rubio, antes citado.
A pesar que la cifra mínima que exigía el R.I., quince clubs, para que un país adquiriera el estatus de “Distrito Rotario” no se había alcanzado, pues había trece legalizados, en atención a que Valladolid, Logroño y Valencia se habían constituido y solicitado su ingreso en el R.I., la Junta Directiva de este organismo consideró que España, a partir del primero de julio de 1927, pasaría a ser el Distrito 60 de R.I. (Que además incluía el Protectorado Español en Marruecos y Tánger).
EL Club de Valladolid tardó tiempo en obtener la “Carta Constitucional”, por ser serios y esperar a tener los 20 miembros. Al final, el 17 de marzo de 1930 se obtuvo, con tiempo para incluirse en el “Vademecum del Rotario Español”, editada en Abril de 1930, y que aparte los Estatutos y el Reglamento, comprendía, por primera vez, la lista de los 20 Rotarios Vallisoletanos, y su Junta Directiva 1929-30, cuyo Presidente Fundador era el Ingeniero José Suarez Leal, Jefe del “Canal de Castilla” (Fallecido en octubre de 1931) y el Vicepresidente Pablo Cosculluela, ingeniero de montes, Jefe del Distrito Forestal de Valladolid. Al Club se le asignaba el Nº 3291.
Así, en 17 de marzo de este año 2010, se cumple el 80 Aniversario de aquella Carta Constitutiva del Club de Valladolid que significaba el ingreso en el Rotary Internacional.
Hasta su interrupción por la Guerra Civil, los presidentes que he podido localizar después del Presidente Fundador son:
1932-33 José Mª Bárcena y Verdú – Médico Dermatólogo –Director de “Información Medica”
1933-34 Antonio Royo-Villanova – Presidente del “Norte de Castilla”. Catedrático.
1934-35 José Suárez Sinova – Ingeniero–Servicios Hidráulicos del Duero (Hijo de Suárez Leal, Presidente Fundador, como se deduce del final de la Memoria de actuaciones de 1934-35)
1935-36 Ángel Mata y Paredes – Abogado – Secretario Cámara de Comercio.
1936-37 Julio Guillen Sáenz – Consejero Delegado de “Electra Popular Vallisoletana”
Aparte de estos rotarios y otros destacados que figuran en las Lista de Socios que pueden verse a continuación, merece subrayarse a Federico Santander Ruiz-Giménez, que figura con la clasificación de “Bellas Artes – Periodista y conferenciante” , Director varios años del “Norte de Castilla”, Alcalde dos veces de Valladolid, que dio la vuelta al mundo en automóvil. Finalmente fusilado en Paracuellos del Jarama en la guerra civil, en una de las terribles “sacas” de la Cárcel Modelo de Madrid en que estaba recluido por monárquico.
FUNCIONAMIENTO DEL CLUB
El Club se reunía todos los jueves a las dos, para comer en el Hotel Inglaterra, y finalizaba a las tres y media de la tarde. La asistencia era muy buena, y los rotarios que estaban en otras ciudades, asistían a los clubs de las mismas. Y en casi todas las reuniones había invitados, no rotarios, que pagaba el que les invitaba.
Como muestra, en la Memoria del año 1934-35 se registran: 27 rotarios, reuniones celebradas 48, asistencias individuales a otros Clubs 57, (más las 28 reuniones en el Club de Madrid del ex presidente Antonio Royo-Villanova, que había sido elegido Diputado a Cortes y que posteriormente se cambió al Club de la Capital) e invitados no rotarios, 47. Había mucho interés en esto, hasta el punto que en el acto de la “Conmemoración del XXX Aniversario de la Fundación de Rotary Internacional”, el 21-2-35, se anunciaba “con asistencia de un invitado como mínimo, de cada socio”
En casi todas las reuniones los rotarios, por turno, tenían que dar una breve charla sobre lo que quisieran: de índole profesional, festivas, de actualidad… También se oía a veces a los invitados. Con frecuencia se invitaba a las mujeres, hijos y amigos, a excursiones, a festividades de Reyes, de Aniversario del Club, de la Fundación de R.I., Actos Interclubs (Memorables los viajes para dar la Carta Constitutiva a Tetuán y Ceuta en el 33 y la Conferencia de Distrito de Tánger y los 15 días recorriendo todo Marruecos, en mayo del 36, que hicieron que se suspendiera las Actas de dos semanas, porque no había “quórum”…
Las cenas de gala, “señoras y señores con trajes de noche”. Y se bailaba. La última vez que el Teatro Calderón, quitadas las butacas y nivelado el suelo, para el baile, ha sido para una fiesta Rotaria. (Yo he sido Presidente de este teatro, cuando lo compró la Caja Provincial, y nunca hemos accedido, porque las butacas estaban muy deterioradas). Así se comentaba en nuestra Ciudad con envidia ”¡Como se divierten los rotarios!”.
Una anécdota: en septiembre de 1931, en excursión masiva a Aranjuez y Cuenca, el autocar en que iban los vallisoletanos, “se fue con una rueda menos a una tierra de labor, saltando por la cuneta alegremente, no matándonos de milagro” se relataba.
Y como servicio a los demás, se ven numerosas cuotas y donaciones: a la Organización de Ciegos, Homenaje a la Vejez, a las inundaciones en diferentes lugares… Sobre todo constituían la asociación “Amigos del Niño”. La primera “fiesta” que con mis hermanas e hijos de rotarios que yo he asistido a los 9 años, es la que celebramos con los niños del orfanato, con merienda, regalo de juguetes, charlas adecuadas). Se había creado “El premio Suárez Leal” para los alumnos de la Escuela Industrial.
ACTAS
Actas – De todas las reuniones (de las que se daba cuenta en el “Norte de Castilla”) se redactaba la correspondiente acta, y desde el 5 de julio de 1934 (folio 1) se utilizaba un libro bien encuadernado e impreso, que se encabezaba con el nombre del Club de Valladolid, el número 3291, la fecha de su fundación: en Diciembre de 1927, y “elegido” en 17 de marzo de 1930. Las actas se iniciaban con las firmas de todos los asistentes.
Finalizaba el 16 de julio de 1936 , víspera del alzamiento militar en el Protectorado de Marruecos, inicio de la guerra civil. Como mi padre, José Mosquera, había sido elegido Secretario del Club, en el período que comenzaba el 1 de julio, suyas son las actas del 2 y 9 (la del 16 no se escribió, y sólo constan en ella las firmas de los que asistieron) razón de que tuviera en casa el Libro de Actas, que yo he conservado